10/28/2006

Anatomìa Genital de Varones




Anatomía genital masculina
La anatomía genital masculina, a diferencia de la femenina, es básicamente externa.
Pene:
Es el órgano usado para la cópula y para la micción. Está formado por dos cuerpos cavernosos laterales y el cuerpo esponjoso, que es central y a través de él pasa la uretra. Estas tres estructuras son las que al llenarse de sangre durante la excitación producen la erección.
La parte anterior del pene se llama glande y la piel que lo recubre se llama prepucio. Esta piel es la que se corta cuando se hace la fimosis.
Escroto:
Es el saco de piel, donde anidan los testículos

En el interior de la pelvis del hombre están las vesículas seminales. Estas, durante la salida de los espermatozoides, aportan un líquido que, junto a los espermatozoides y el liquido de la próstata, forman el semen. Las vías espermáticas, son las vías de excreción de los espermatozoides que conectan los testículos con el pene. Estos conductos son, conductos eferentes, epidídimo y conductos deferentes que desembocan dentro de la pelvis en el conducto eyaculador que desemboca en la uretra antes de que pase por la próstata.
También son importantes, en todo el proceso, las glándulas de Cowper o de Mery-Cowper. Excretan un líquido que sirve para limpiar la uretra antes de la eyaculación ya que el ph de la orina es perjudicial para los espermatozoides.
La principal hormona masculina es la testosterona.

Zonas corporales erógenas
Existen partes, zonas, de nuestro cuerpo cuya estimulación produce bienestar, placer y excitación sexual: son las zonas erógenas. La respuesta de estas zonas corporales a la estimulación se debe a que contienen una alta concentración de terminaciones nerviosas por lo que su excitabilidad es mayor.
Considerando como zonas erógenas primarias las genitales, por la alta capacidad que su estimulación tiene, para producir una respuesta de excitación sexual, existirían otras, denominadas secundarias, capaces de producir la misma respuesta aunque en menor medida o más lentamente.
Generalmente la respuesta de excitación sexual es más rápida mediante la estimulación de los órganos sexuales, como el clítoris, el pene o los pezones. No obstante, las llamadas zonas erógenas secundarias encierran un alto potencial erótico que hay que explorar y aprender a disfrutar. Entre las más comunes se encuentran las orejas, particularmente los lóbulos, el centro de la espalda, labios, garganta, parte interna de los muslos, el cuello, el ano, las sienes, etc.
Es importante tener en cuenta que la estimulación de cualquier parte del cuerpo puede desencadenar una respuesta sexual más o menos intensa, en un individuo concreto. A través de la exploración y experimentación es como se va conociendo y estableciendo la particular forma de disfrutar y vivir la sexualidad de cada persona. Cada cual tenemos nuestras propias zonas erógenas preferentes y siempre cabe la posibilidad de descubrir otras nuevas o aprender a estimular de forma diferente las ya conocidas. La exploración y conocimiento de los lugares más excitantes puede comenzar por cualquier punto para ir encadenando con otros a lo largo de toda la superficie corporal, desde los pies hasta el pelo pasando por piernas, muslos, torso y nuca.
La vivencia y disfrute de la sexualidad es algo que se va aprendiendo mediante la experiencia. Este aprendizaje, en muchas ocasiones, se ve dificultado por prejuicios de tipo social y cultural que identifican la sexualidad con un asunto puramente genital o reproductivo.

fuente : gobiernocanarias.org